Pensemos en dos karatecas enfrentados, ambos firmes en sus respectivos Kamae, ambos mirándose a los ojos, concentrados, estudiándose mutuamente. Uno de ellos es joven e impetuoso, el otro tiene mucha experiencia y su mirada es penetrante, intimidante por su profundidad y fuerza vital.
Ambos se encuentran muy centrados intentando adivinar cual será el movimiento del otro, se miran fijamente, se escudriñan tratando de leer en el lenguaje corporal del otro, cuales serán sus intenciones y movimientos.
La respiración
El de más experiencia respira pausadamente y baja la respiración a su hara. Su respiración es imperceptible, las aletas de su nariz no se mueven, su boca está entreabierta. El otro respira con fuerza, se ve como expulsa el aire con sonoridad, contrayendo el abdomen como si quisiera apoyarse en la salida de su aire, como si roncase.
La percepción
El karateca más experimentado comienza a vislumbrar que su adversario atraviesa un estado mental de tensión y prevención, que él identifica rápidamente como Kin-chô 緊張. Comienza entonces a pensar en una estrategia que le permita aprovechar ese estado o situación mental y física anhelante de su adversario.
Lentamente mueve sus pies aproximándose a su adversario, atento a cada gesto y a su posible reacción. Toko shi 床敷es la técnica de acercamiento que emplea, lenta y constantemente va rompiendo la distancia que lo separa de su adversario.
La paciencia
Observa detenidamente mediante Ki o miru 気 緒 看る las reacciones de su adversario. Como este ajusta su distancia cuando el avanza, como cierra sus puños en su Kamae y se dice para si mismo que su contrario tiene demasiada tensión, que está a punto de entrar en su distancia psicológica. Puede observar que su adversario aunque aún no tiene decidida su respuesta, está en Kokoro no maai 心 の 間合い, en el límite de la distancia psicológica cuya ruptura provocará el comienzo de la agresión.
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La tensión
El experimentado combatiente que ha iniciado la aproximación mediante tokoshi y ha provocado la ruptura de la distancia mental del adversario (poniéndolo en tensión y a punto de reaccionar al haber invadido su espacio), observa y espera, para tomar la ventaja en el momento justo, en el que el espíritu de su oponente emerja y se concrete en decisión (Kime).
El estado mental de Ki o miru 気 緒 看る es el estado de observación del adversario que permite percibir cuando se concreta su Qi, cuando se concreta su decisión (Kime) de atacar, y cuando comienza una técnica de ataque . Ese momento clave, en el que todo se concreta y toma forma, se llama Ki SEN 機 先, y los bien entrenados, como nuestro veterano karateca, son capaces de percibirlo, por eso sabe cuando va a llegar ese momento clave.
La sincronía
El combatiente más experto sabe, su experiencia se lo ha enseñado, que el comienzo de una técnica que se va a concretar en ataque es un momento crítico para el que inicia la acción (momento de oportunidad para atacar al oponente y que se llama Ki Kai 機会). En el proceso que le ha llevado a la decisión completa de atacar, la concentración y enfoque en el ataque es total, y no hay ninguna previsión de defensa en ese momento. Así es que hay una brecha en el 構え Kamae del adversario, tanto física como mental, que se denomina Suki.
El tiempo justoYo
Ese momento, Shunkan 瞬間, rápido como un pestañeo, él lo percibe y se adelanta. La verdad es que piensa en ello como en una película a cámara lenta y ve como su mano izquierda toca el dorso del puño de su adversario y canaliza el ataque controlándolo, a la vez que va retrayendo su pie adelantado a medida que absorbe el ataque, y su cuerpo se sincroniza con el ritmo y la distancia en las que se mueve el adversario, mientras que su puño derecho alcanza en el Suigetsu al adversario casi simultáneamente a su defensa, evitando así la posibilidad de una combinación de ataques.
La experiencia
Su posición o estado de Ki o miru le permitió, con su experiencia, leer las intenciones del adversario y detectar el momento Ki Sen en el que se concreto la iniciativa del ataque y, mientras el adversario concretaba su decisión de ataque o Kime. Él, gracias a su experiencia, utilizando ambas manos en coordinación (Meoto-de), desbarató el ataque antes de que llegara a su total extensión, a la vez que, de forma prácticamente simultánea, su brazo derecho lanzaba con rapidez su contraataque (Kobo ichi, o Kobo ittai).
Muchas cosas ocurrieron de forma simultánea o solapadas, y todas ellas de forma coordinada, como el ajuste de la posición simultáneo al control del brazo atacante (defensa de tipo Kusshin) y el golpe de contraataque.
El análisis
Pensándolo detenidamente las cosas salieron bien porque, desde la entrada en la distancia crítica que dispararía la reacción del adversario (Kokoro no maai) su capacidad de leer la concreción del Ki del adversario a Kime o decisión, lo que denominamos Ki o miru, le permitió descifrar las diferentes fases por las que su adversario pasó, y cuando partió el ataque, cuando se concreto, el interceptó con una mano en Osae uke y golpeó simultáneamente con la otra, en una acción coordinada de defensa y ataque simultáneos que recibe el nombre de Hangeki, aunque también el de Kobo ittai.
Ki o miru
Pero, para entendernos, veamos que significa realmente la expresión Ki o miru 気 緒 看る:
気 ki significa “sentimiento, mente, aire”, o algo más profundo o espiritual, como “energía activa o vital”, “poder indefinible”.
緒 o, también se puede leer como los componentes separados del kanji y entonces sería itoguchi. Si descomponemos el kanji en sus partes tendremos, por un lado Itô 糸, que significa hilo o cuerda, y que los practicantes de Shitō-ryū identificarán enseguida como el primer kanji del nombre del Maestro Itosu, y kuchi 口, o guchi, que significa boca.
Así es que podríamos traducir el kanji 緒 como fin de cuerda, también como comienzo de algo, o al mismo tiempo que algo.
看るmiru mirar; ver; para ver; observar; evaluar, examinar; juzgar
Por lo tanto, Ki o miru es la actitud que permite observar como comienza a concretarse el Ki en el adversario antes de un ataque. El estudio de las diferentes fases mentales por las que pasa el adversario hasta el punto en el que toma su decisión de atacar, el poder identificarlas, es lo que nos permite anular el ataque a la vez que neutralizamos al adversario con la fuerza de nuestro contraataque.
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