Karate, sensación e inferencia. En nuestra vida, alrededor nuestro, en nuestro entorno, en nuestra existencia, existen multitud de cosas, materiales e inmateriales, que pueden inspirarnos. Hay multitud de enseñanzas ocultas desde las que construir todo un mundo nuevo. A veces, esas enseñanzas están ahí porque alguien las puso para que aquellos que tuvieran la capacidad de verlas y comprenderlas las aprovecharan. Cuando eso ocurre, cuando hay una enseñanza oculta que se puede revelar, decimos que hay un código que la descifra.
Hay diferentes maneras de acceder a ese código
Por una parte, está la guía y enseñanza de quien lo conoce y, por otra parte, está el hallazgo de quien investiga y, finalmente comprende. Hay multitud de factores en nuestro entorno que, sin ser algo codificado ex profeso, son, sin embargo, inspiradores de ideas, conceptos, y principios. A veces, esas ideas, conceptos, y principios no son más que el entresacado de lo que la naturaleza nos muestra. Y, ahí, sí que hay un código escrito que podemos observar en múltiples dimensiones, como la Proporción Áurea, el número Phi, o la Sucesión de Fibonacci. Así es que, si eso influye en todo lo que nos rodea. ¿Por qué no en todas las actividades humanas también? Yo he intuido que eso es así también en el caso del Karate.
Pero, el conocimiento de estas cosas, no es algo que se haya escrito o codificado para el Arte del Combate, para luchar o pelear con otros. Creo que es mucho más trascendente.
Alguien que, hace siglos, seguía la senda del guerrero, estaba siempre enfrentado al fin abrupto de su existencia. Así es que la aceptación de su propio fin, de su no trascendencia en el futuro, era imprescindible para poder dominar su miedo a esa no trascendencia. Pero los humanos tenemos ese instinto de proyectarnos hacia el futuro mediante nuestro ADN, mediante nuestra descendencia, como, por otra parte, lo tienen todos los seres vivos.
Sin embargo, los humanos con intelecto bien desarrollado y conciencia de sí mismos, tienen también tendencia a pasar a las siguientes generaciones su conocimiento y experiencias. Alguien que convive y cabalga con la muerte a diario desarrolla, aún más, ese sentido de la trascendencia. Y es por ello que, cuando vive el tiempo suficiente, acumula experiencias y desarrollos personales que se convierten en sabiduría. Esa sabiduría, a menudo, se enfoca hacia el conocimiento de la propia existencia y hacia la comprensión del mundo que nos rodea.
Martín Heidegger, el filósofo existencialista, fue piloto de combate en la Primera Guerra mundial y, dicen, que iba siempre acompañado en la cabina de su avión de la Metafísica escrita por el Padre Suárez. ¿Cuánto influyó en su pensamiento filosófico posterior su experiencia de guerrero?.
Conocemos múltiples ejemplos de personas que, enfrentadas a la muerte, y tras esa experiencia traumática, cambiaron de rumbo al resto de sus vidas y sintieron la necesidad de dejarlo por escrito. Lo mismo ha ocurrido desde antiguo en el Arte del Combate, las experiencias guerreras heredadas en forma codificada en los Katas, encierran no sólo técnicas y situaciones de combate, sino también principios filosóficos y morales, además de caminos para el conocimiento y conciencia de la propia existencia.
Cada poco vemos y aprendemos que esto ha sido así, lo que ocurre es que esos secretos solo son desvelados a los que están preparados para entenderlos. En el Karate eso tiene mucho que ver con las sensaciones que provoca su práctica, que han de ser interpretadas de la manera adecuada. Hay muchos Principios Universales de la existencia humana que son revelados durante la práctica diligente del Karate. Y eso tiene mucho que ver con el análisis de nuestras propias sensaciones, cuán intensas sean estas, y el correcto enfoque que les demos.
Como he dicho alguna vez, al caminar se nos va pegando el polvo invisible del Camino que, en el momento preciso, nos damos cuenta de que estaba ahí, pegado a nosotros.
El karate es una sensación
Tenía razón el Maestro Yoshimi Inoue cuando decía que el Karate es en un 90 % sensación. En el Karate, aquellos que tienen el deseo y la necesidad de pasar a la etapa HA de la sucesión SHU HA RI, tienen necesariamente, que utilizar entre otros caminos los de la interpretación de las sensaciones, de las técnicas, y especialmente de los Katas, y también, un concepto lógico llamado Inferencia.
La inferencia, una evaluación que realiza la mente entre dos proposiciones
Inferencia es (según la definición clásica) aquella acción y efecto de inferir (sacar una consecuencia de otra cosa, deducir algo, conducir a un resultado). La inferencia nace a partir de una evaluación mental entre distintas expresiones, que al ser relacionadas como abstracciones, permiten trazar una implicación lógica. En japonés se conoce como Suiron 推論.
La Inferencia es un aspecto muy importante del Karate. Hay una expresión japonesa que dice: Ichi wo Kiite Jū wo Shiru 一を聞いて十を知る “que viene a significar algo así como: escuchar uno pero entender diez”.
El razonamiento que proviene de la Inferencia puede ser de dos tipos:
1. Racionamiento inductivo
Digamos que si consideramos una pirámide, el razonamiento inductivo sería desde la base a la cúspide. Es un razonamiento por evidencias que nace de la observación y va hacia la generalización. Nace de observaciones específicas, comprueba modelos y repetición regular de los hechos y fórmula una hipótesis que, más tarde, se desarrolla hacia una teoría general o conclusión.
Numerosas técnicas de Karate han sido codificadas y clasificadas de esta manera, por observación, buscando puntos comunes. Voy a poner un ejemplo de ello:
Anko Itosu realizó una serie de Katas llamados Pinan clasificados del uno al cinco. Algunos Maestros de Karate, especialmente parece que Funakoshi, observaron que el segundo Kata de la serie de cinco era más fácil de comprender por los principiantes y modificaron el orden de la serie.
Y eso tiene un fundamento importante. La articulación que se utiliza fundamentalmente en este Kata es la del hombro. Si lo observamos, todas las defensas que se realizan en el Pinan / Heian Shodan tienen como eje de rotación el hombro, lo cual las hace más fáciles de aprender, además de que todos los movimientos son de un solo brazo.
La observación y el razonamiento inductivo nos permiten buscar patrones y elementos usuales en los Katas de Karate y, de esa forma agruparlos y clasificarlos.
Hay numerosos Principios y reglas presentes en el Karate a los que se ha llegado mediante el razonamiento inductivo, por ejemplo el Principio de Dualidad (虚実 Kyō – Jitsu) y todas sus aplicaciones posteriores.
2. Razonamiento deductivo
Sin embargo, la segunda forma de razonar, el razonamiento deductivo es lo contrario, es un razonamiento de la cúspide a la base de la pirámide, de lo más general a lo más específico. Mediante este tipo de razonamiento podemos afinar más las cosas. De una técnica genérica podemos, analizándola, modificar alguna de sus partes con un determinado fin. Ejemplos hay miles de ello, pero, si analizamos una defensa dada, podemos dividirla en todas sus partes y ver como interactúa cada una de ellas.
Voy a poner un ejemplo con Kake o かけ 手 受けKake te uke. Normalmente, yo siempre lo hice así, la mano defensora engancha al brazo atacante, y la otra mano viene hacia el plexo solar, en un movimiento de protección o preventivo (予防の手 Yobō no te) o hacia la cadera en preparación de un contraataque.
Sin embargo, hay otras opciones que nacen del propio movimiento. Tal es el caso de la aplicación de Meotode夫婦手, de la coordinación de ambas manos en el movimiento defensivo, en la cual la mano que primero toma contacto con el brazo atacante es la mano que antes iba hacia el plexo solar. Esa mano toca el brazo atacante y neutraliza la fuerza del ataque, a la vez la otra mano lo engancha y tira de él provocando un desequilibrio. Simplemente, se ha cambiado en todo el movimiento el papel de la mano atrasada.
El entrenamiento, las repeticiones, el ensayo y el error, nos harán ver si esa modificación es positiva o no, si la aceptamos como definitiva o no, y si nos sentimos bien con ella o no. Voy a poner otro ejemplo: Girar sobre el talón o sobre la puntera del pie. Tradicionalmente, se ha girado siempre sobre la puntera del pie, pero, algunas ramas de Shotokan, decidieron introducir una modificación y girar sobre el talón. Eso se produjo mediante un razonamiento deductivo, y porque las sensaciones que se producían al ejecutar la técnica, eran positivas para ellos.
Así es que la Inferencia, Suiron 推論, ha sido un gran instrumento en el desarrollo, evolución y comprensión del Karate desde sus tiempos primitivos hasta nuestros días. La aparición de los diferentes Estilos es una consecuencia de ello.
Autor: Sensei Ramón Fernández-Cid 8 Dan IOSTK
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