Javier Meneses Pinto, además de ser practicante de karate okinawense, es licenciado en kinesiología, especialista en rehabilitación deportiva y de artes marciales, además está cursando un master en ciencias del movimiento y cognición humana. Javier es alguien que todos los practicantes quisiéramos tener cerca para consultarlo a diario. ¡Buenas noticias queridos lectores! ¡En Mokuso lo tenemos! Y hoy nos explicará paso a paso un tema fundamental: la entrada en calor.
El inicio de una clase cualquiera en el karate de nuestros tiempos es bastante sencillo, trotamos un poco, un par de saltos, movilizamos los hombros y muñecas, los más arriesgados incluyen planchas, sombras y uno que otro ejercicio de moda. Pero la verdad es que este tema es un punto crítico que se debe tratar en cualquier arte o deporte que intente mejorar las capacidades y rendimiento de sus practicantes.
El calentamiento
La entrada en calor es una parte fundamental en el desarrollo de distintas habilidades y capacidades, así como de la prevención de lesiones y el aprendizaje. Por ello, debe ser específico para desarrollar el objetivo de la parte central del entrenamiento. Si vas a trabajar patadas, entonces el calentamiento debería estar dirigido a ello, abordar la movilidad de cadera, la extensión de rodillas, la movilidad y estabilidad del tronco, etc.
Esto era bien sabido por nuestros predecesores en el arte, y de seguro muchos practicantes del Goju Ryu Okinawense pueden dar fe de ello.
Muchas escuelas utilizan un método de preparación para la clase, que cumple con ideas vitales de lo que hoy en día conocemos como una entrada en calor basada en la evidencia. Quizás algunos no han visto lo avanzado y especifico que puede ser el jobi undo (método de entrada en calor okinawense) y su riqueza en cuanto a la comprensión del cuerpo humano y el movimiento de las artes marciales. Enumeraré algunos puntos que comparte el karate okinawense y la evidencia actual en ciencias del movimiento para que puedan reconocerlas:
- Activación del foot core o núcleo del pie: en el karate de Okinawa el pie es un punto fundamental a la hora de la práctica, al igual que lo es para salud. Hay ejercicios específicos, que hace no más de una década, la ciencia del movimiento los ha reconocido como fundamentales para la salud y la adecuada transferencia de energía.
- Flexibilidad dinámica: está demostrado que el trabajo de flexibilidad pasiva perjudica el rendimiento de forma aguda en el practicante. Me refiero a que si pasas 5 minutos elongando un tejido de forma pasiva, vas a disminuir la rigidez de aquel tejido y por lo tanto su capacidad de transferir energía. En otras palabras disminuir el rendimiento de forma aguda. El karate de Okinawa trabaja con flexibilidad activa, lo que mejora la calidad y seguridad de movimiento en los espacios de trabajo articular a utilizar y en consecuencia no altera el rendimiento posterior.
- Activación del Core / Hara: con esto no me refiero a la clásica plancha o un crunch abdominal, sino al profundo bagaje del karate okinawense en esta área. Trabajos con peso, respiratorios, integración de patrones de movimiento y varios tecnicismos más que no vale la pena desmenuzar en este espacio.
- Movilidad de las cinturas: hablamos de la función y calidad de movimiento de la cadera y el complejo de hombros.
- Aprendizaje: el calentamiento es un muy buen espacio para trabajar patrones básicos de movimiento que están integrados en patrones más complejos. Esto se logra analizando y descomponiendo las destrezas a desarrollar en el parte central del entrenamiento. Como por ejemplo un patrón de aceleración de carrera para el desarrollo de golpes de rodilla.
Esto es una pequeña muestra de lo importante que puede llegar a ser construir un buen calentamiento. En Okinawa ya lo sabían, pero el tiempo hizo desaparecer mucho de la sabiduría que en algún momento se plasmó en el arte marcial natal del archipiélago.
Aspectos básicos del calentamiento
Como consejo puedo decir que es muy importante tener en cuenta algunos principios para armar un buen calentamiento:
Progresión: debes ir de menos a más en cuanto a la intensidad y dificultad de los ejercicios.
Descomposición de movimiento: debes armar un calentamiento específico para la clase que se enfrentarán los practicantes posteriormente.
Especificidad: en el caso de ser pocos estudiantes o de estar trabajando, sólo debes integrar esas particularidades que requiere cada estudiante y que no requiere otro, abarcando las necesidades únicas de cada ser humano.
Ocupa el calentamiento para que el estudiante se sumerja en la clase de forma integral y salir de lo que fue o puede ser. Si logras traer al presente a tu estudiante o a ti mismo, entonces has dado el paso más grande para la práctica: “Estar”. Así, el aprendizaje y la experiencia en general se hacen más significantes y claros. El calentamiento no es sólo una fase previa a la clase. Es un momento de aprendizaje que permite mejorar habilidades y capacidades.
Autor: Lic. Javier Meneses Pinto / Kinesiólogo / 3º Dan Karate Kyudokan / Chile
Especialista en rehabilitación deportiva y de las artes marciales
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