¿Para qué practicar budismo? ¿Y qué gano?, ¿Y qué pierdo? La preocupación y el prejuicio son dos herramientas fundamentales con las que trabaja la mente de aquel que, para no sufrir, busca controlarlo todo, se aprisiona y daña a sí mismo.
El buddha enseñó que, debido al contacto de los órganos de los sentidos con los objetos a percibirse, obtenemos sensación; (Por ejemplo: la nariz y la flor, la lengua y el alimento, etc.). Luego percibimos la sensación de forma negativa, positiva o neutra (depende de la experiencia), luego actuamos de acorde a ese proceso generando apego [a la experiencia agradable] y rechazo [a la desagradable], finalmente esta volición (reacción a la percepción) se deposita en la conciencia, como información en un disco rígido, como filtros de colores en un anteojo a través de los cuales intentaremos ver y definir la realidad para intentar tener el control: “Esto es feo, esto es lindo, esto es malo, esto es bueno”.
Pero… ¿Estamos observando la realidad? ¿O una realidad distorsionada por los filtros?, quizás hasta sólo se estén observando los filtros.
Hay quienes ven el vaso medio vacío, y quienes lo ven medio lleno
Estos filtros a los cuales nos aferramos son los que llamamos “YO, mi identidad”, la cual es tan solo polución accidental como resultado del proceso del contacto de la forma, sensación, percepción, etc. Pero el buddha enseñó que, así como el fuego se apaga al quitar su combustible, los pensamientos que nos limitan y son el combustible de nuestro sufrimiento pueden quitarse con sabiduría.
El budismo, a través de la introspección, nos conduce gradualmente a la madurez
Eliminando los juicios de valor y acercándonos a la verdad “Tal cual es”. Donde hay luz, no hay oscuridad; Cuando se ve el terreno donde uno está, no hay por qué temer sobre lo que pueda haber más allá; hay claridad y comprensión, por lo tanto, se está en paz.
Cuando hay paz, no hay intento de definir y juzgar para controlar. Cuando no hay intento de control, no hay prisión, cuando no hay prisión, hay libertad.
Si la libertad es la realidad, fuera de la prisión (de las construcciones mentales). ¿Lo que se ve a través de los filtros no es la realidad? No y Si. No lo es desde el punto de vista de aquel que ve con claridad. Pero, sí lo es para aquel que ve a través de sus propios filtros.
Cada uno pinta en un lienzo su realidad
Cada uno observa en la medida en la que se limita. Usted es el dueño de su propia felicidad y su propio sufrimiento, su cultivador y cosechador.
El esclavizador y el liberador. Su despertar, la liberación de la ignorancia que genera el sufrimiento no existe fuera, en algún maestro, país o templo, solo dentro de usted.
¿Practicar la enseñanza de buddha?…
¿Para qué?…
¿Qué gano?, ¿Qué pierdo?
Usted pintará su respuesta.
Autor: Monje Asho
Web: budismoesoterico.com
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