Rumiko Seya: la japonesa que lucha por construir la paz

En el recorrido de las mujeres más influyentes de Asia, Japón tiene numerosos ejemplos que otorgar, una de ellas es Rumiko Seya, presidenta del Centro Japonés para la Prevención de Conflictos (JCCP), que ha trabajado como especialista en construcción de la paz en Kenia, Sudán del Sur, Somalia, Oriente Medio y otras zonas de conflicto.
Trabajando en cooperación con las Naciones Unidas, gobiernos nacionales, organizaciones no gubernamentales y los miembros de la comunidad, Rumiko ha centrado sus esfuerzos en tres áreas clave: el restablecimiento de la seguridad, el apoyo a la autosuficiencia económica y psicológica, y la creación de confianza para que las fuerzas opuestas puedan coexistir.

Poco antes de graduarse de la secundaria, Seya vio por casualidad en el periódico una fotografía tomada en un campo de refugiados ruandeses. Esto le hizo pensar en por qué se producen los conflictos y en lo que podía hacer para ayudar a resolverlos, y empezó a buscar enérgicamente una forma de implicarse.
Su camino la llevó a la Facultad de Estudios Políticos de la Universidad de Chuo, en Tokio, donde obtuvo su título de grado con el que pudo realizar un máster en resolución de conflictos en la Universidad de Bradford, en el Reino Unido.
Tras obtener su máster, acumuló experiencia en la resolución de conflictos con cinco años de trabajo en el campo del desarme, la desmovilización y la reintegración (DDR) en varios lugares del mundo como empleada de las Naciones Unidas y como diplomática.

Una fotografía ganadora del premio Pulitzer tomada en un campo de refugiados ruandeses en el Zaire. Ver esta foto cuando era estudiante de secundaria hizo que Seya aspirara a una carrera en actividades de construcción de la paz.

Sus inicios en el JCCP
En 2007, Seya cambió su enfoque de DDR a la construcción de la paz, uniéndose a la organización no gubernamental JCCP.
Aunque el DDR es sin duda una actividad que merece la pena, su apoyo a la reintegración en la sociedad se limita a los soldados y ex soldados, que suelen ser los autores de la violencia.A Seya le preocupaba la brecha que había visto entre los perpetradores que recibían este apoyo y sus víctimas, mucho más numerosas.
«Empecé a pensar que era necesaria una nueva forma de construcción de la paz que proporcionara estructuras para que los agresores y las víctimas vivieran en las mismas comunidades», explica.

Tienda de artes marciales

Esta nueva forma de construcción de la paz se basa en la política de que la población local se haga cargo.
En el caso del asesoramiento a los jóvenes, por ejemplo, la JCCP ha formado a jóvenes locales como asesores capaces de mantener las actividades por sí mismos.
En una barriada keniana por ejemplo, donde la JCCP lleva más de seis años de actividad, los consejeros contratados y formados localmente se han convertido en líderes de la comunidad idolatrados por los niños pequeños.

Su plan a futuro
Seya tiene dos objetivos para los próximos años. El primero es convertir la consolidación de la paz en una actividad generadora de negocios con marcos sistemáticos para fomentar las industrias y crear puestos de trabajo en las zonas de conflicto.
Al producir beneficios económicos de esta manera, espera combatir la atracción de las empresas orientadas a la guerra.La segunda es reforzar las estructuras de cooperación humana. Seya señala que Japón cuenta con especialistas de talento, pero no están organizados.

Seya tomó esta foto en Afganistán mientras trabajaba como especialista en desarme, desmovilización y reintegración en la embajada japonesa. Muchas personas le dijeron que cooperarían con sus actividades de desarme porque Japón es un país imparcial.

«Si la organización y la formación mejoran, Japón podrá llevar a cabo actividades relacionadas con la paz de diversas formas, además del envío de unidades militares o la simple provisión de fondos».
Seya ha comprobado que su nacionalidad japonesa es una ventaja a la hora de realizar operaciones de paz en determinadas zonas. «En África y Oriente Medio, Japón no tiene asociaciones políticas o históricas con el dominio colonial u otros episodios negativos, y es visto como un país imparcial».
«Esto significa que los japoneses pueden entrar en zonas donde los occidentales no serían bienvenidos. Una de nuestras funciones es contribuir a la paz aprovechando esta fuerza».
A través de sus actividades de consolidación de la paz, Seya sigue ofreciendo nuevas y mejores opciones a las personas que viven en zonas de conflicto, mientras sueña construir un mundo mejor

Por: Florencia Masri (Reporte Asia)
Artículo republicado de Reporte Asia en el marco de un acuerdo entre ambas partes para compartir contenido. Link al artículo original: https://reporteasia.com/negocios/mujeres-lideres-de-asia/2022/10/15/rumiko-seya-la-japonesa-que-lucha-por-construir-la-paz/