En la historia del Karate Do hubo períodos donde algunas consideraciones o normas respondían a patrones culturales de la época para con el tiempo generar modificaciones o adaptaciones, sea por evolución, reconocimientos, modificaciones lógicas, etc.
En la antigüedad los practicantes solían ser masculinos mayores de edad. Se utilizaba karategui al llegar al Shodan (Primer Dan). Un kata se enseñaba de uno a tres años y luego recién se aprendía otro.
Todo fue adaptándose a los tiempos pero respetando las tradiciones. Probablemente hubo quienes se animaron a permitir un espacio de práctica a quienes se pretendía rotular como discapacitados. En los años 80 tuve mi primera experiencia con un joven con Parálisis Cerebral por hipoxia de nacimiento que deseaba hacer actividad física y aprender Karate. La hipoxia cerebral se presenta cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro. El cerebro necesita un suministro constante de oxígeno y nutrientes para funcionar. La hipoxia cerebral afecta entonces las partes más grandes del cerebro, llamadas hemisferios cerebrales.
Desde ese entonces hasta hoy se generaron, y se seguirán generando en el futuro, espacios y motivaciones de aprendizaje para conocer más sobre las personas, con y sin discapacidad, que a través de esta disciplina y otras alternativas de movimiento contribuyan a desarrollar una mejor calidad de vida.
Informarnos, conocer, escuchar, estudiar, aprender, compartir, experimentar, nos va a brindar herramientas y recursos más idóneos para encarar con mayor confianza, seguridad y amplitud lo que emprendamos.
Primero fue karate para personas con discapacidad, luego Karate adaptado y actualmente para-karate. En cada Dojo, según la formación de cada Instructor y la accesibilidad del lugar, se van sumando a practicar esta disciplina personas con discapacidad Intelectual, Motriz y/o Sensorial. A nivel deportivo oficial la WKF y la FAK por ahora realizan competencias de kata para discapacidad intelectual, silla de ruedas y ciegos. En otro orden también se han desarrollado competencias para personas sordas.
En las primeras charlas nos preguntábamos cómo definir discapacidad en pocas palabras y la mayoría contestaba: minusválido, disminuido, limitado, inconvenientes, enfermedad, capacidades diferentes, especiales, imposibilitado, falta de capacidad, etc. Y fue allí donde consideramos que en vez de ver la limitación debería comenzarse desde lo que se puede hacer.
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Algo de historia sobre Discapacidad
A los primeros tiempos se los denominó etapa de prescindencia. Se consideraba la discapacidad como una enfermedad que provocaba gran rechazo y hasta eran destinados a la muerte. Luego vino la etapa de la marginalidad. Donde se los buscaba ocultar a nivel social. Después de las guerras mundiales y viendo la cantidad de personas que por efecto de las mismas quedaban con alguna discapacidad llegó la etapa médica y empezó a buscarse su tratamiento como enfermedad generando diferentes maneras de rehabilitación.
De la segregación se pasó a la adaptación
Paulatinamente se fue pasando a la integración e inclusión y en los últimos años se fue buscando la convivencia. A nivel educativo también se manifestó este proceso. Los padres primero ocultaban a sus hijos con discapacidad. Luego se crearon las escuelas de educación especial para pasar a las integraciones escolares. En lo deportivo prevalece aún la adaptación y por ello se llegó a crear las Paralimpiadas donde participan personas con discapacidad.
¿Qué puede brindarle Karate a una persona con discapacidad?
En principio diría que lo mismo que a una persona sin discapacidad. Solo hay en algunos casos que adaptar el lugar, conocer aspectos esenciales de cada discapacidad o de patologías, tener una metodología de enseñanza dónde tiempos, programas técnicos, etc., puedan ser graduales y respetando posibilidades.
Autor: Sensei Eduardo Novak. Facebook: Karate Do Ketsugo Shizen Do / Instagram: @karateketsugo
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