Dice Dave Lowry en un artículo escrito para la Black Belt Magazine que, para distinguir un buen Kata de uno que no lo es, hay que tener en cuenta tres factores: Integridad Estructural, Coherencia e Intención.
Estos tres factores son a su juicio determinantes a la hora de juzgar un Kata de Karate, bien sea durante su ejecución, bien durante su composición.
Porque el compositor de un Kata tiene que tener en cuenta esos tres factores esenciales, no una sucesión de técnicas cada vez más espectacular que deje anonadados a los espectadores de un concurso, como suelen celebrarse en los USA de Kata de libre interpretación, o incluso musical.
Su fin no es marcial, sino el espectáculo por el espectáculo, utilizando para ello las técnicas y habilidades del Karate. Y lo explica Dave Lowry de la siguiente manera:
“Integridad estructural” 構造的完全性 Kōzō-teki kanzen-sei, o simplificando: Kōtai構体
Es fácil mirar un kata desde afuera y concluir que es una disposición arbitraria de técnicas. De hecho, algunos concursos con Kata tienen reglas obligatorias del tipo que uno encuentra en los encuentros de gimnasia, donde los concursantes deben incluir un número requerido de patadas o actuar por un tiempo mínimo.
Aquellos que fabrican sus propios katas abordan la tarea con estos estándares en mente. Esto no es Kata. Es baile.
Kōtai: Integridad Estructural
Un kata tiene que tener Integridad Estructural. Los movimientos pueden ser rápidos y ligeros, o lentos y pesados, pero tienen sentido. Son aplicables. Estar de pie sobre una pierna y desatar patadas flippy a la altura de la cabeza mientras gira en círculo puede parecer impresionante, pero no hay solidez, no hay una aplicación adecuada del poder.
Por el contrario, grabe un kata en video y pause en cualquier lugar de la ejecución, y verá que el karateka está equilibrado, su cuerpo integrado, todas las partes coordinadas. No lo encontrará cayendo o al revés. Eso es porque el kata tiene Kōtai構体, o integridad estructural.
Shin 心, 辻褄 tsujitsuma: Coherencia
辻褄 tsujitsuma es la palabra japonesa para Coherencia, pero también hemos de pensar en Shin 心, o «mente», en este caso, que es un término familiar para los budokas. En este contexto, se refiere a la coherencia del Kata. Si piensas en Kōtai構体 como los huesos del kata, Shin 心 es la colección de músculos que le permiten articularse. Esos músculos tienen que trabajar en concierto. ¿Alguna vez has visto un Kata en el que el ejecutante hace una división o algún otro movimiento espectacular? ¿Recuerdas lo que pasó después? Probablemente no. Los movimientos de la mayoría de los Katas inventados tienden a ser muy rápidos y espásticos. Pero en casi todos los casos, si pudieras ver el Kata en cámara lenta, verías que el movimiento que sigue a una de esas acciones dramáticas es débil, en gran parte sin sentido, pensando en un sentido combativo. El artista tiene que ponerse de pie o reorientarse. El Kata se detiene, luego se reinicia. Está desarticulado porque no hay una articulación suave. En un Kata real, hay fluidez y todos los componentes trabajan juntos y coordinadamente, porque las técnicas intermedias, las transiciones entre las técnicas, también tienen su significado y son una parte muy importante del Kata, no meros movimientos espectaculares.
ISHI 意思: Intención
Un Kata real, uno generado durante un largo período de tiempo, y por aquellos que sabían lo que estaban haciendo, y practicado por alguien a quien se le ha enseñado correctamente, tiene una intención detrás.
Hay un conjunto de Principios Unificadores. En algunos, estos Principios serán movimientos rápidos, ya sea hacia adentro o hacia afuera, o lateralmente. En otros, será una fuerte sensación de depredación: Hacer que el Karateka parezca un tigre al acecho de su presa: «Gansei shushou» (la mirada feroz, las manos ágiles) es un lema tradicional de Uechi-Ryu que lo explica perfectamente.
En Katas mal construidas, el artista parece un niño pequeño en una gran juguetería, con su atención atrapada en un giro derviche. En un buen Kata, existe la sensación de que el practicante está controlando el tiempo y el espacio, marcando el ritmo. Esta es una expresión del enfoque, la Intención del Kata. Integridad Estructural, Coherencia e Intención. Estos son los tres pilares que soportan un Kata. ¿Su presencia indica que el Kata es útil en el entrenamiento de karate? No. Hay que argumentar, pero cuando lo hacemos, cuando discutimos sobre Kata, asegurémonos de que entendemos qué es un Kata”.
Creo que lo que Dave Lowry trata de explicarnos en su artículo está muy claro. Yo al menos tengo la idea muy clara de lo que sus palabras significan y la intención que las guía.
Érase una vez un Kata
Durante la Historia del Karate, y antes de este de sus Artes antepasadas, se han venido componiendo Katas por parte de expertos Maestros en el Arte. Hasta un punto en el cual se ha sacralizado de tal manera la composición de los Katas que, el que se componga uno nuevo en estos tiempos, se ve casi como un sacrilegio o presunción.
A nadie se le ocurriría poner en entredicho Katas como: Juroku, Seiryu, Shinpa, Gekisai, Tensho, o Fukyugata, por no hablar de Kanshiwa, Kanshu, Seiryu o Kanchin. Y que decir de Chi no Kata, Jini no Kata, Teni no Kata, o Sansai, los Katas de Gensei-Ryu creados por Seiken Shukumine. Y nadie se atreve a criticar esos Katas porque poseen esas tres características que señala Dave Lowry.
Sin embargo, hoy en día parece que, visto lo visto, se hayan compuesto algunos Katas que, si los miras bien, no cumplen esas expectativas.
En los Katas compuestos durante la época expansiva del Karate, como los arriba nombrados, sabemos en muchos de ellos de la Intención que guio al Maestro compositor durante su composición, y que Principios pretendía que se entendieran a través de la ejecución del Kata y la aplicación de sus técnicas. Así es que, esa Intención ISHI 意思, guio la construcción de cada uno de los Katas dotándolos de Coherencia辻褄 tsujitsuma, a través de los Principios que constituyen los cimientos del Kata, y que le dotan de Integridad Estructural Kōtai構体.
Construir un Kata no consiste en agrupar movimientos de una manera más o menos armónica, sino de llevar a la realidad de unos movimientos concretos la intención o propósito basada en unos Principios, a veces filosóficos, que han de ser descubiertos mediante una suerte de ingeniería inversa llamada Bunkai.
¿Por qué molestarse tanto en disfrazar el mensaje? Eso es lo que pensarán algunos, ya que se podría haber sido más explícito en su transmisión.
Y, con la práctica de muchos años, la experiencia nos enseña que, con sólo caminar el Camino, el polvo de este se adhiere a nuestra piel y se vuelve parte de nosotros mismos. No sé si me he explicado bien….
El aprendizaje suma conocimientos y habilidades a nuestro Ser íntimo, a veces desconocidas o imperceptibles para nosotros, pero que, en el momento preciso, surgen a la superficie y las notamos. Y, entre esas habilidades, hay una bastante importante que se llama Espíritu Crítico精神の批判的Seishin no hihanteki. Esa habilidad sólo se adquiere con el Conocimiento que da la experiencia. El Espíritu Crítico es el que nos permite, una vez entendida la Intención oculta o Toridai 取り代, (o el secreto guardado en el Kata o 秘密 Himitsu) en los movimientos entrenados, ver otras posibilidades de interpretación de la misma situación y problema. Si cambiamos lo que no se ve a simple vista o Toridai 取り代, el Kata, lo que se ve, también cambiará, y por esa razón tenemos diferentes versiones del mismo Kata que son la consecuencia de cambiar el Toridai.
En el Kata de Karate, pero también del Budo en general, la Myo o Esencia generalmente son las partes del Kata que el practicante no ve fácilmente y cuyo significado solo se revela una vez que se realiza un estudio detallado y más profundo del Kata. Esto se conoce como Secreto o秘密Himitsu. Solo un estudio compartido oralmente revela el Myo más profundo que es el Toridai 取り代.
Realizar un Kata con la adecuada Intención o propósito, entrenarlo y comprenderlo, visualizar y tener sentido del enemigo, del terreno circundante, de la táctica y la Estrategia empleadas, y entrenarlo con disciplina y concentración, repitiéndolo muchas veces, crea en nosotros un conjunto de sensaciones específicas, que nuestro cuerpo llega a somatizar y guardar y que serán reconocidas al realizar o estudiar el Kata con la intención correcta.
Una anécdota singular
Hace unos días, a la salida de una cena con amigos, tuve la ocasión de comprobarlo: Un individuo mal encarado y de muy mal carácter, un drogadicto que intenta dar pena para pedir limosna, pero que en cuanto encuentra a mujeres o niños se porta de una manera muy diferente y agresiva con ellos. Se acercó a mí, invadió mi espacio vital y direccionó su mano a mi bolsillo, mientras se me echaba encima. Mi reacción fue instantánea y me sorprendió a mi mismo, pues realicé un movimiento del Wuzuquan, que emplea un barrido corto del Shuto de la mano por delante del abdomen, mientras mantiene los codos pegados al cuerpo.
El brazo del individuo se vio rechazado con fuerza e impelido fuera de mi espacio vital, y por como se rascaba deduzco que le debió picar fuerte. La reacción siguiente era la de golpearle en la cara, puesto que mantenía el control visual de que sus manos no portaran una navaja, y antes de darle la oportunidad de hacerlo, con una técnica de haishu uchi, dado el ángulo posicional en el que había quedado, o con un Shuto uchi a la carótida. Mi adrenalina se disparó y estaba a punto de hacer lo que, inconscientemente, mi cuerpo ya había preparado, cuando me frené en seco, a pesar de los insultos que aquel individuo estaba profiriendo contra nosotros, precisamente porque entendí que no sería rival y que las consecuencias serían indeseables.
La enorme descarga de adrenalina que sufrí me tuvo la mayor parte de la noche en blanco y sorprendentemente, me di cuenta de que me encontraba muy bien, que cualquier tipo de dolor o malestar había desaparecido y que tenía la mente muy despejada y atenta.
Analizando lo ocurrido, especialmente, la razón por la cual me paré en seco cuando ya había comenzado la secuencia de toma de la iniciativa, me di cuenta de que mi cuerpo y mi mente habían procesado todos los factores inherentes al momento, incluyendo el medioambiental, y que, a pesar de que mi mente intuitiva estaba trabajando en la construcción de lo que militarmente llamaríamos explotación del éxito de la primera acción, construyendo las siguientes. Mi mente discursiva, basándose en la información que recibía de todos los analizadores, decidió tomar una Decisión de Primer Nivel, parando la acción.
Al día siguiente, reviviendo lo ocurrido, y ya sin el comportamiento agresivo que impulsa la adrenalina, comprendí que la decisión de cortar la acción había sido la más sabia, y además la adecuada. Y ya es la segunda vez que me ocurre en los últimos años: Todo se dispara en la dirección de la acción y algo dentro de mí lo frena en seco.
Lo curioso fue comprobar que utilice un movimiento de un Kata, del Wuzuquan, perteneciente al Wenzhou Nanquan Wuzuquan, el preciso e idóneo para las circunstancias, sin pensar en absoluto en ello y de forma muy efectiva. Ninguno de los movimientos empleados en la Competición y que tanto he practicado, sino el correcto para aquellas circunstancias de entre todos los que podría haber elegido. También que, en ningún momento, tuve otra Intención que emplear una técnica efectiva para acabar con el problema, pero que no produjera daños, o estos fueran muy limitados y leves: Resolver el problema sin crear otro aún mayor.
Autor: Sensei Ramón Fernández-Cid 8 Dan IOSTK
Imagen: Pixabay
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