Gracias a nuestros profesores, a aquellos que sembraron en nosotros el deseo de aprender cada día más. A diferencia de los tiempos en los que el acceso a la información y a la formación era únicamente para una casta privilegiada, hoy el conocimiento ha sido universalizado. Algunos consideran que este acceso a la información se da exclusivamente por intermedio de maestros de origen japones o por competidores de talla internacional. Muchos otros consideramos que podemos aprender tanto de unos como de otros, pero también de nuestros profesores occidentales que han estudiado los fundamentos de este arte con minuciosa dedicación.
La falta de recursos
No obstante, recibir la información necesaria para nuestro desarrollo es complicado. Hay muchas dificultades de acceso al conocimiento. En Latinoamérica la gran mayoría de los practicantes no cuenta con recursos económicos para poder pagar la inscripción a seminarios nacionales y mucho menos internacionales.
Sucede a menudo que los instructores locales en su noble afán de que sus alumnos se capaciten terminan asumiendo los costos que implican traer un expositor.
¿A quién no le ha pasado esto? ¿Quién no conoce a alguien que haya tenido que utilizar sus recursos familiares para completar el pago del instructor invitado?En el mejor de los casos, un practicante de clase media puede destinar una fracción de sus ingresos laborales para poder participar en su ciudad de un evento internacional al año. Este evento al que puede acceder un estudiante es dictado lógicamente por el profesor que la organización encargada del seminario defina. ¡Qué bueno sería que un practicante pudiese escoger el mejor seminario que lo ayude a desarrollar su potencial!
Necesitamos respuestas sinceras
¿Existe la posibilidad de lograr que todos los niños y jóvenes reciban una instrucción que les permita desarrollar su máximo potencial?
¿Dónde quedaron las enseñanzas del Dojo Kun? ¿Para qué les hacemos repetir principios a nuestros alumnos que nosotros no cumplimos? ¿Dónde está nuestra fraternidad con los practicantes de otros estilos u organizaciones? ¿Respetamos otros puntos de vista o queremos implantar nuestras ideas y formas de pensar y actuar? ¿Fomentamos los lazos de amistad? ¿O incentivamos las rencillas entre grupos y les prohibimos a nuestros alumnos participar en actividades de otras organizaciones?
Las enseñanzas del Covid
Ahora las cosas están cambiando, la pandemia del COVID 19 en estos dos años se ha llevado muchos amigos y familiares, pero nos ha dejado enseñanzas tales como el ser más resiliente o saber acoplarnos a los cambios de este mundo en transformación.
Fruto de esta pandemia practicantes de muchos países han sentido la necesidad y compromiso de compartir sus conocimientos. Tal vez sea un modo de retribuirle al karate los beneficios adquiridos durante muchos años de práctica. Muchos dogmas como mi sensei lo sabe todo o la organización a la que pertenezco es la mejor, han comenzado a caer.
Consciencia colectiva
No son pocas las personas que han dedicado horas de su vida a esta labor de transmitir conocimientos de un modo abierto y libre, fomentando principios de colaboración y apoyo mutuo. La premisa altruista que indica que el conocimiento es para beneficio de todos, ha acortado la brecha de la inequidad en el acceso de información de calidad. Cada día hay más personas comprometidas y utilizan las redes sociales, no para promover memes y videos tic-toc sin aportes formativos, sino para compartir sus conocimientos por medio de clases, talleres, seminarios técnicos, revistas, podcast, canales de YouTube, etc.
Esto no quiere decir que debemos aprender en dojos virtuales, pero sí que podemos sumar conocimiento y conocer grandes maestros, gracias a la revolución digital en la que vivimos.
Mi propuesta
Invito a mis compañeros instructores a convertir nuestra enseñanza en un instrumento de amor, de servicio al prójimo. Será nuestra colaboración para construir un mundo mejor. Sé que podemos impactar positivamente en el futuro de nuestros alumnos.
El universo, Dios, el tao, el creador, la energía del todo, o como usted lo quiera llamar, le retribuirá su trabajo con paz, realización interior y prosperidad.
¡Creemos en el poder del karate y lo consideramos una herramienta de transformación!
Autor: Sensei Carlos Botero –6 Dan– F.C.K Contacto: Facebook / Instagram
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