Hoy día hay mucha información sobre el karate que antes no teníamos, no en mis tiempos. Y nuestros Sensei casi no dedicaban tiempo a hablar de la historia, o más bien de las historias, del karate. Las redes sociales, los blogs y algunos karatecas se han dedicado a hablar de eso, y no está mal, es solo que eso no es karate.
La relevancia de la primera clase
Después de muchos años de hacer clases de karate, me he dado cuenta de que la gente entra al dojo sin tener idea de dónde está entrando o en qué se está metiendo. Y probablemente por esa experiencia es que considero tan importante su primera clase; yo no quiero que entren a mi dojo sin saber qué van a aprender, pero tampoco quiero que aprendan fuera de un dojo, lo que solo se puede aprender cerca de un Sensei.
El desafío de ser Sensei
Tener un dojo no es difícil, necesitas personas, nada más. Ser un Sensei tampoco es difícil, ya no existe esa diplomacia antigua en la que te nombraban Sensei.
Son tiempos buenos, tiempos simples para el karate. Pero son tiempos terribles para los Sensei.
La responsabilidad del Sensei
La historia moderna del karate ha invitado a conocer, a leer, a ver y hacer videos, eso ha ayudado a promover el karate en todos los sentidos, pero hubo una generación que se olvidó de entregar algo a sus estudiantes, eso trabó la idea original del karate.
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Antiguamente, y lo recuerdo de mi Sensei (Hidetaka Nishiyama), ser Sensei era trabajo de tiempo completo: era responder preguntas a cualquier hora, era preocuparse de la vida de sus alumnos, de sus familias, y de todo aquello que era un distractor a la formación y crecimiento del aprendiz.
La búsqueda del karate
Ser aprendiz también era de tiempo completo, en especial en la historia antigua del karate. Primero aprendías de tu Sensei, luego de otras cosas. Por eso la formación en el dojo era integral, más que física.
Definiendo el carácter
Ser Sensei pone sobre nuestros hombros el deber de llevar a que nuestros alumnos puedan desarrollar el carácter, como lo dice el dojo kun, pero, ¿nos dijeron qué es el carácter?
Carácter no es poner cara de enojado cuando estás haciendo un kata, o gritar más fuerte los kiai, o aprender a recitar el dojo kun. De hecho, eso ni siquiera es karate.
El verdadero objetivo
Karate es una búsqueda, por eso es Do, un camino, pero ¿qué estamos buscando? La verdad, formar gente de bien, no otra cosa.
Los valores fundamentales
Personas que sepan de autocontrol, de moral, y no solamente que lo sepan, que lo pongan en práctica día a día. Personas que aprendan a controlar sus emociones, que tengan respeto por el otro sin importar el asunto o las diferencias, personas honestas, que se nieguen a la arrogancia, que frenen su impulsividad y que puedan defender lo que es correcto.
Eso es el carácter.
El compromiso diario
Pienso que cada Sensei es un libro abierto, todos los días y a cada minuto, es por eso que, antes de ver el avance del carácter de nuestros alumnos, hay que volver a cuestionarse el camino y darnos cuenta de que todavía lo estamos recorriendo, que no hemos llegado a ninguna parte, porque nunca se trató de llegar.
Autor: Sensei Carlos Alfaro (Chile). 6º Dan Shotokan de Nishiyama
Contacto: carlosalfaro@karatetradicional.cl
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