Cumplir mi sueño de viajar a Japón fue una experiencia inolvidable
Después de más de cuatro décadas dedicadas a las artes marciales, junto a Graciela François Sensei, finalmente hicimos realidad este anhelo. Superamos obstáculos financieros y la pandemia para participar en el 13er Taikai de Seito Shito Ryu en Osaka. La emoción fue indescriptible al ser invitados a un seminario exclusivo con las autoridades japonesas. Experimentamos la cálida hospitalidad japonesa mientras entrenábamos con maestros y competíamos en el mundial. Graciela Sensei ganó oro en Kata y Kumite, un logro excepcional para un latinoamericano. Mientras que yo fui promovido a 6.º dan Kyoshi y Graciela Sensei a 4.º Dan. Además de la competencia, exploramos Osaka, Kyoto, Nara y Tokyo, absorbiendo la belleza y la cultura del país. A pesar de los desafíos, confirmo que cada esfuerzo y sacrificio valió la pena. Prometo regresar a esta tierra de superación y esperanza.
Nuestro sueño cumplido, 1.er viaje a Japón
Como practicante de artes marciales japonesas, siempre he soñado con visitar las tierras de oriente, especialmente Japón y Okinawa. Después de décadas de práctica y varios intentos frustrados, finalmente surgió la oportunidad en 2011 cuando conocimos a Hanshi José Natera, director de Fudoshinkan Sudamericana. Nuestro objetivo era incorporarnos al Seito Shito Ryu y visitar el Honbu Dojo en Japón. Tras superar exámenes y obstáculos, el viaje se pospuso varias veces debido a la pandemia. Sin embargo, en julio de 2023, mi sueño se hizo realidad.
Cuarenta horas de vuelo
Después de un extenuante viaje de casi 40 horas, llegamos el domingo 14 de julio de 2023 a las 23 horas, hora de Japón. Durante el vuelo, recibimos una emocionante noticia: el director técnico de la Organización nos había invitado a participar en un seminario exclusivo para autoridades y cintas negras japonesas. La emoción y la ansiedad me acompañaron durante todo el viaje mientras nos dirigíamos al Ohama Gym de Osaka para el seminario.
Hankos personalizados, grabados con tu nombre en katakana.
El primer seminario en Japón
En el seminario, tuvimos el honor de entrenar con diferentes Shihanes durante 4 horas, recibiendo correcciones en Katas, técnica base y bunkais. Al finalizar, nuestro Soke se acercó y simplemente nos dijo «Gracias». Nos despedimos con gratitud y emoción, conscientes de la oportunidad única que habíamos tenido.
Los Dojos
Durante la semana previa al Taikai, visitamos varios dojos de Seito Shito Ryu en Osaka, acompañados por el director técnico mundial. Experimentamos la calidez y la generosidad de la comunidad de karate japonesa, recibiendo felicitaciones, agradecimientos y regalos en cada lugar que visitamos.
El ansiado Taikai
El día del Taikai finalmente llegó, y participamos en los exámenes de grado y en el Mundial de Karate Seito Shito Ryu. Mis nervios estaban a flor de piel mientras fungía como árbitro de Kata y Kumite, mientras mi compañera Graciela se preparaba para competir. La emoción alcanzó su punto máximo cuando Graciela ganó medallas de oro en Kata y Kumite, cumpliendo así un objetivo largamente perseguido.
Graduados en Japón
La celebración del Taikai fue un momento inolvidable, donde compartimos experiencias con miembros de Seito Shito Ryu de todo el mundo. La noche culminó con la entrega de certificados de grado y la promoción de Graciela a 4.º dan y la mía a 6.º dan con el título de Kyoshi, un honor que no esperábamos.
Las maravillas de Japón
Nuestro viaje no terminó con el Taikai, ya que nos quedamos 15 días más en Japón. Exploramos ciudades como Osaka, Kyoto, Nara, Sakai y Kobe, visitando lugares emblemáticos y entrenando en diferentes dojos. A pesar de los contratiempos debido a un tifón, cada experiencia fue enriquecedora y nos dejó con recuerdos imborrables.
Un sueño y mucho más
En resumen, mi primer viaje a Japón fue mucho más que la realización de un sueño. Fue una experiencia transformadora que fortaleció mi vínculo con el Seito Shito Ryu y me dejó una profunda admiración por la cultura japonesa. Cada momento, desde el entrenamiento en el dojo hasta los paseos por las calles de Japón, se convirtió en un tesoro inolvidable que atesoraré para siempre. Espero que disfruten de esta anécdota tanto como yo disfruté viviéndola.
Autor: Alejandro Cavallari
www.shitoryu.com.ar/
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