El Kyusho-jutsu (急所術) es una de las técnicas derivadas de las Artes Marciales, la cual consiste en atacar ciertos puntos anatómicos del cuerpo humano (algunos de los cuales son usados en la Acupuntura) para provocar desde una disfunción orgánica hasta una pérdida de conciencia con solo un pequeño o ligero toque. El Kyusho-jutsu está lejos de ser simplemente una técnica de presión sobre ciertos puntos; más bien, se trata de una forma de debilitar sistemáticamente al adversario a través de las estructuras anatómicas más débiles del cuerpo humano. Literalmente, puede ser traducido como «Arte del Primer Segundo», lo que significa que, en el primer segundo del conflicto, el control está en manos del practicante. No se trata de golpear al adversario, sino más bien de anular al agresor sin causarle ningún tipo de lesión física. El Kyusho-jutsu no es un estilo, es una técnica que se encuentra presente en todas las Artes Marciales Tradicionales. Se basa en un conocimiento profundo de las reacciones del cuerpo humano a los estímulos de los neurotransmisores corporales; en otras palabras, estudia la forma de atacar los puntos débiles del cuerpo humano de manera eficaz, provocando desde una incapacitación temporal hasta pérdida de conciencia con un mínimo esfuerzo. Es muy fácil de aprender, pero requiere continuidad, compromiso y responsabilidad. Antiguamente, era un Okuden (奥伝) (Tradición Secreta) reservado solo a los miembros de la familia de un artista marcial.
La historia del Kyusho-jutsu puede dividirse en cuatro partes:
El Mito o la Leyenda
Establece que el Kyusho-jutsu surgió a través del acupunturista y elaborador de elixires chino Zhang Sanfeng, quien nació alrededor del 1270 durante la dinastía Song. Su historia está llena de mitos. Sabemos que Zhang Sanfeng es un apodo y no su nombre real. Se dice que fue alumno del Shaolin antes de recluirse en Wudang y hacerse partidario del taoísmo. Zhang y dos amigos suyos, también acupuntores, intentaron descubrir qué efectos se obtendrían estimulando los puntos de presión con la acupuntura de manera no convencional. Zhang Sanfeng buscaba un enfoque más científico para saber cómo reaccionaba cada parte del cuerpo si era golpeada, sometida a torsión o aplastada violentamente. Lo más importante para él era comprender cómo reaccionaban los otros puntos si se usaban en serie sobre el sistema energético del cuerpo. Intentaron experimentar estos conocimientos en prisioneros, corrompiendo a los guardias carcelarios para obtener sujetos humanos para sus experimentos. De esta manera, llegó a catalogar 36 puntos vitales que usaba en combate, divididos en 4 categorías. Este método pasó al Shaolin a través de su alumno Feng Yi Yuan, y, con el tiempo, llegó al Karate, que se llevó a Okinawa.
Historia Antigua
En Okinawa, al menos dos maestros enseñaban Kyusho-jutsu: el famoso Sokon ‘Bushi’ Matsumura (1797-1890) y el misterioso guerrero Wakinaguri No Tan Mei, activo hasta 1945. De la familia Matsumura, el Hanshi Hohan Soken (1889-1982) era un buen conocedor del Kyusho-jutsu, que aprendió a través de su tío Nabe Matsumura (1860-1930) y que instruyó a algunos alumnos occidentales. En la línea del Maestro Wakinaguri, el Taika Seiyu Oyata (1928-2012) era estudiante del Okinawa Kempo-Karate del Maestro Shigeru Nakamura. Los Maestros del Karate de Okinawa «escondieron» el Kyusho-jutsu dentro de la estructura de la Kata y del Bunkai-jutsu, de forma que, a simple vista, quedaba oculto para quienes no estaban versados en estas técnicas.
Historia Moderna
El Hanshi Hohan Soken viajó a los Estados Unidos para un seminario con el Sensei James H. Coffman en 1972. Durante este evento, el Sensei George Dillman tuvo la oportunidad de conocer al Maestro Soken y acceder a las notas sobre los 41 puntos vitales del Karate, escritas por el propio Maestro Soken. Según el mismo Maestro Dillman, aunque intentó entender las notas y ponerlas en práctica, no logró hacerlo, por lo que las dejó en el olvido hasta conocer al Maestro Seiyu Oyata. El Taika Seiyu Oyata, por su parte, se mudó a los Estados Unidos, donde abrió el conocimiento del Kinsho (禁所 – Lugar Prohibido), Kyusho (急所 – Primer Segundo) y Tuite (取手 – Manos que Sujetan) en las Katas, revelando muchos conceptos, principios y técnicas desconocidos para los occidentales. El Maestro Oyata fue el primero en mostrar los K.O.’s clásicos que ahora se conocen del Kyusho-jutsu, algo que luego copiaría el mismo George Dillman.
Historia Actual
El Sensei George Dillman, instructor de una forma americana del estilo okinawense Isshin-ryu, comenzó a entrenar artes marciales en 1961 con Harry G. Smith. Luego estudió con Daniel K. Pai, Robert Trias, Hohan Soken, Seiyu Oyata, Wally Jay y Muhammad Ali. A principios de los 80, Dillman cambió el nombre de su escuela de Karate a Ryu Kyu Kempo, lo que obligó al Maestro Seiyu Oyata a cambiar el nombre de su escuela para evitar confusión. Dillman comenzó una campaña de difusión al estilo showman americano, lo que llamó la atención de muchas personas, entre ellas Evan Pantazi, quien se volvió uno de los más fuertes seguidores. El Sensei Dillman enseñaba el Kyusho como parte avanzada de su estilo de Karate.
El Maestro Evan Pantazi
Fue el Sensei Evan Pantazi quien desarrolló el método conocido como Kyusho Internacional en 2000. Este método tenía como objetivo hacer que el Kyusho fuera accesible a cualquier persona, independientemente de que practicara o no artes marciales. Esto permitió que practicantes de diversas artes marciales se beneficiaran del conocimiento del Kyusho sin necesidad de aprender Karate o Ryu Kyu Kempo. Además, facilitó la formación de diferentes grupos de estudio alrededor del mundo. Sin embargo, la proliferación de organizaciones y la falta de un ente regulador a nivel mundial ha dado lugar a un aprendizaje indiscriminado y a una mala imagen del arte.
El Propósito del Kyusho
El propósito original del Kyusho-jutsu era matar de una forma rápida y precisa. Sin embargo, esto ha cambiado, y el propósito de la técnica (ya que no es un estilo) depende del instructor a cargo. Esta ambigüedad ha sido uno de los factores que ha contribuido a la dudosa fama del Kyusho-jutsu en Internet. Si el instructor no está bien preparado, el arte puede dar una mala imagen.
Algunos grupos de Kyusho implementan trabajos de Kiko 氣功 (Trabajo Interno o Qigong en chino), tales como “Las 8 Piezas del Brocado de Seda” o Baduanjin en chino 八段錦 (Hachidankin en japonés), y otras prácticas similares. De igual manera, se estudian algunas Katas, como Sanchin, Naihanchin y otras, poniendo especial énfasis en el Bunkai-jutsu 分解術 (aplicaciones) de estas utilizando el Kyusho.
¿El Kyusho-jutsu es Acupuntura?
Los puntos de Acupuntura y su terminología son auxiliares en nuestra práctica como referencia. No tenemos hasta el momento otro sistema de referencia, aunque muchas veces nombramos los puntos que accesamos con los nombres acupunturales. Sin embargo, en realidad no son lo mismo. Permítanme explicar mejor: Un punto de Acupuntura es muy pequeño, tan diminuto que para poder activarlo con exactitud se necesita una aguja delgada que se inserta profundamente en la piel; por el contrario, un punto de Kyusho tiene un tamaño mucho mayor (aproximadamente del tamaño de una moneda de 10 centavos de dólar) y se encuentra más superficialmente en la piel.
El problema radicaba en que no teníamos una forma adecuada de catalogar esto, por lo que se decidió usar como referencia a los puntos de Acupuntura. El problema actual es que muchos de los mapas de puntos de Kyusho antiguos suelen ser ilegibles, o los practicantes modernos intentan interpretarlos mediante los diagramas de la Acupuntura, cuando la mayoría de las veces no tienen nada que ver. Es cierto que algunos puntos de Kyusho pueden coincidir con los puntos de Acupuntura, pero no todos coinciden en ubicación, función, aplicación ni efectos. En la actualidad, muchos practicantes buscan incorporar a la disciplina del Kyusho elementos provenientes de la Medicina Tradicional China. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos conceptos no siempre son compatibles. Es fundamental comprender que el Kyusho es un arte marcial japonés que se enfoca en los puntos de presión del cuerpo humano, mientras que la Medicina Tradicional China tiene sus propias teorías y prácticas relacionadas con la salud y el bienestar. A pesar de que existen algunas similitudes entre el Kyusho y la Medicina Tradicional China, como el enfoque en la energía vital y la importancia de la armonía entre cuerpo y mente, es importante no confundir ambas disciplinas. Cada una tiene sus propias raíces culturales y filosóficas, por lo que es necesario respetar su individualidad y no intentar fusionarlas de manera indiscriminada. Es fundamental que los practicantes de Kyusho comprendan la importancia de respetar la integridad de esta disciplina y no tratar de modificarla de manera arbitraria. Si bien es enriquecedor explorar diferentes enfoques y perspectivas, es importante mantener la esencia y autenticidad del Kyusho como arte. Por lo tanto, es recomendable estudiar y practicar cada disciplina de manera independiente, para así poder beneficiarse de lo mejor de cada una sin distorsionar su esencia.
¿El Kyusho-jutsu es Dian Xue (Dim Mak)?
Aunque podría parecer que son iguales, ya que ambos atacan áreas vitales, son muy diferentes en sus adaptaciones modernas. De hecho, el Kyusho moderno está muy alejado del original y, por lo tanto, ya no puede asociarse con Dian Xue, ya que ahora son conceptos muy distintos. En primer lugar, matar al oponente fue el principal objetivo en disciplinas pasadas. El Kyusho moderno está orientado solo hacia la disfunción, incluida la inconsciencia. Incluso los nombres cuentan una historia diferente, ya que no existe el concepto de muerte o asesinato en el kanji o terminología de Kyusho. También hay una búsqueda en Kyusho de una reacción instantánea.
Kyusho significa 急所 ‘Sitio Rápido o Punto Clave’, mientras que Dian Xue 點穴 significa ‘Punto de Acupuntura o Tocar la Cueva’. Sobre este tema, el Maestro Evan Pantazi comentaba: “El Viejo Kyusho trata de matar y destruir, el Nuevo Kyusho es No Letal o con Control de la Destrucción y Disfunción. La estructura, el intento, el desarrollo, el entendimiento y más lo hacen todo diferente. Pero esto trae consigo dos importantes necesidades: primero, nuestros sistemas legales y la política correcta alrededor del mundo; segundo, la aplicación práctica. Pocos en realidad necesitan saber cómo matar o destruir a una persona (los militares y los agentes de seguridad, por ejemplo), por lo que no es necesario practicar este tipo de cosas.” En lo personal, creo que aquellos que se enfocan o tratan de hablar de destruir totalmente a un ser humano tienen serios problemas psicológicos.
El Knock Out (KO) en Kyusho
El término «nocaut» es válido para aludir a un ‘golpe que deja fuera de combate’, así como a la ‘derrota por fuera de combate’, tal como recoge el Diccionario de la Real Academia Española, y es preferible al anglicismo «knockout». La palabra ya se ha hispanizado como «nocaut» y figura en el Diccionario académico como un americanismo, por lo que es recomendable usar la palabra en español en lugar de la extranjera. También se usa la abreviatura KO, que, al leerse casi siempre deletreada, se considera mejor como una sigla, tal como indica la Ortografía académica, es decir, sin puntos ni espacio; por la misma razón, tampoco se le aplica cursiva o comillas, aunque corresponda a una voz extranjera. Del verbo «to knock out» se ha formado «noquear», que en boxeo significa ‘dejar fuera de combate’, y que en la lengua general tiene los sentidos de ‘dejar inconsciente con un golpe’ y ‘derrotar rápida y contundentemente’, tal como explica el Diccionario panhispánico de dudas. El sustantivo «noqueo», derivado de este verbo, también es válido. En fin, la expresión significa ‘fuera de combate’. Se dice en boxeo cuando uno de los contendientes deja sin conocimiento o sin posibilidad de seguir peleando al otro. En las Artes Marciales Japonesas (Budo, Bugei y Bujutsu) se usa el término «Ochiru» 落ちる, cuyo significado es ‘perdida, hundimiento, estrellarse, omitir, fallar, caer, caída, chocar, arruinarse, desvanecerse, ceder, desmayarse, consentir, chocar’. El Ochiru en el Kyusho no es el objetivo final. Fue usado inicialmente en las demostraciones públicas por el Taika Seiyu Oyata y luego imitado por George Dillman, con mucho espectáculo y parafernalia. Lo que llamaba la atención era la poca fuerza física aplicada al movimiento técnico para lograr la pérdida de conciencia del Uke. Esto se utilizaba por parte del Maestro Oyata para mostrar que el Karate tenía muchos secretos para Occidente, y por parte del Maestro Dillman para atraer nuevos alumnos a su organización. Desde entonces, todo nuevo alumno de un grupo de Kyusho busca aprender a hacer estos KO’s lo más rápido posible. Debemos entender tres cosas muy importantes sobre el Ochiru en Kyusho: El KO de Kyusho no es igual que en otras disciplinas, ya que lo que se llama KO en realidad son disfunciones orgánicas corporales apreciables que no causan ningún daño físico. En contraste, en otras disciplinas, la pérdida de conciencia se da debido a un impacto contundente de fuerza excesiva, lo que causa severos daños colaterales. El KO en Kyusho no provoca realmente una pérdida de conciencia, sino una parálisis momentánea de todo el cuerpo. Lo que sucede es que se engaña al cerebro provocando una reacción vaso-vagal que obliga al cuerpo a “apagarse” por unos momentos, pero con la conciencia plena. De hecho, se está escuchando todo lo que está ocurriendo alrededor, con la problemática de no poder moverse ni abrir los ojos. La razón de dar demostraciones de KO’s en el Kyusho es para captar la atención del público y, una vez que empieza su estudio, mostrar que no se trata de andar desmayando personas, sino de comprender cómo funciona el cuerpo humano y aprovechar ese conocimiento para diferentes circunstancias, no solo para la defensa personal. Debo reiterar que para llegar a provocar un Ochiru se necesita ser diestro en el Kuatsu (reanimaciones), pues la idea es que nuestro Uke no sufra ningún daño debido al entrenamiento. De tal manera que, si el practicante no tiene un buen nivel en Kuatsu, no se le permite realizar el Ochiru.
Conclusión
El Kyusho se enfoca en el entendimiento detallado de las respuestas físicas del cuerpo humano ante diferentes estímulos. Este arte se basa en la idea de que existen puntos vulnerables en el cuerpo, conocidos como puntos de presión, que al ser estimulados de manera precisa pueden desencadenar una variedad de respuestas, desde dolor hasta parálisis temporal. Los practicantes de Kyusho buscan no solo identificar estos puntos de presión, sino también comprender cómo afectan al sistema nervioso y circulatorio del cuerpo. A través de la aplicación de técnicas específicas, como golpes, presiones o fricciones, se busca manipular estos puntos para lograr un control sobre la respuesta física de la persona, ya sea en un contexto de defensa personal o en la práctica de artes marciales. La práctica del Kyusho requiere un profundo conocimiento anatómico y fisiológico. Por lo tanto, la ética y la responsabilidad son aspectos fundamentales en el estudio y práctica del Kyusho.
Shooseikai Nuevo León
Shito-ryu Karate-do & Kobudo
Si te gustó este artículo, hacete socio de Mokuso